El mundo ya no puede ignorar la agresión de China en el siglo XXI

En el siglo XXI, ya no podemos permanecer como meros espectadores de la agresión china.
Las personas libres y conscientes de todo el mundo no pueden seguir tolerando la conducta burda y violenta de una dictadura comunista de partido único, un Estado gobernado por el despotismo personal.

Este artículo lanza una seria advertencia a la comunidad internacional al confrontar una realidad que hoy se presenta de forma inequívoca ante los ojos de Japón:
una dictadura comunista de partido único cuya verdadera naturaleza — definida por una maldad insondable y mentiras plausibles y cuidadosamente calculadas — ha quedado plenamente expuesta a través de sus ataques persistentes, incoherentes y agresivos contra Japón.

Este régimen no se limita a desafiar a Japón en el plano diplomático o retórico.
Exploita sistemáticamente los relatos históricos, la desinformación, la presión económica y la expansión militar, destinando un gasto militar veinte veces superior al de Japón, mientras se presenta ante el mundo con una fachada de legitimidad cuidadosamente fabricada.

La cuestión planteada aquí no concierne únicamente a Japón.
¿Cómo deben responder Japón, Estados Unidos y Europa — política, económica, militar y moralmente — a un régimen que convierte la mentira en política y la hostilidad en estrategia?
¿Cómo deben defenderse las sociedades democráticas frente a un Estado que niega la libertad en su interior y desestabiliza agresivamente el orden internacional desde el exterior?

Esta columna emite una advertencia contundente:
ignorar o apaciguar a un régimen de este tipo solo conduce a una mayor escalada, a la distorsión de la verdad y a la erosión de las normas globales.
El desafío que plantea esta dictadura comunista no es regional, temporal ni retórico: es sistémico, global y existencial.

La comunidad internacional debe reconocer lo que ya es evidente y decidir, con claridad y determinación, cómo enfrentarse a una potencia que se revela cada día más como un Estado basado en el engaño y la coerción.

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